Jean Emar y el arte moderno en Chile. La Nación (1923-1927)

Descripción

Estas notas, artículos y críticas publicadas en el desaparecido diario La Nación entre 1923 y 1927 por Juan Emar -uno de los narradores más inclasificables de la literatura chilena-, indagan y explican los postulados del “arte nuevo” para un público que se resistía al cambio. Su particular misión intentó divulgar lo aprendido y vivido en el bullente París de los años veinte, donde el entonces novato escritor y aspirante pintor se paseaba por las calles de Montparnasse acompañado de Picasso y Juan Gris; a la vez que trazan una cartografía de la naciente escena artística nacional durante las primeras décadas del siglo XX.

En estos escritos de arte pervive toda su característica irónica, su mirada desprejuicida y su visión precursora. Emar no solo manifiesta un rechazo radical al anquilosado sistema de producción en el campo de las artes plásticas, sino también realiza un cuestionamiento al problema cultural en su totoalidad: sus métodos de enseñanza, los mecanismos de valoración de la actividad, la difusión de las obras o la frágil subsistencia del gremio. Esta nueva edición reúne por primera vez la totalidad de sus textos sobre arte publicados hasta ahora, nos invita a revalorar la certera y valiente observación de Emar, la que provocó una fractura en el añejo campo artístico de su época, permitiendo así el establecimiento de la vanguardia.

Juan Emar (seudónimo de Álvaro Yáñez Bianchi) nació en Santiago en 1893. Desde muy joven manifestó sus inquietudes artísticas, y a comienzos de los años veinte, inició una verdadera cruzada por la difusión del arte moderno en su sección “Notas de Arte” del diario La Nación. Es autor de los libros Miltín 1934; Un Año; Ayer; Diez y la monumental novela de cinco tomos Umbral, obras que desafiaron el realismo dominante en la literatura chilena proponiendo estructuras fragmentarias y alegóricas, cargadas de humor negro, ocultismo y destellos eróticos, en las que además se aventuró con elementos propios del cubismo, el futurismo y el creacionismo de su gran amigo Vicente Huidobro.