Vivimos en un tiempo de pasiones tristes. Emociones como la ira, la indignación y el resentimiento atraviesan las redes sociales y la opinión de los panelistas televisivos. Ese enojo toma la forma de la denuncia o la catarsis por un orden que se siente injusto, y suele encarnizarse con los que reciben asistencia del Estado (¡todos inútiles!) pero también con los políticos y las élites (¡todos corruptos!). Acá y allá, un lenguaje paranoico acusa a los pobres, los inmigrantes y los desempleados por no esforzarse lo suficiente, a las finanzas por hacer negocios a costa de las economías nacionales y a estas por no abrirse a la globalización, a los gobiernos por desmantelar las políticas sociales o, al contrario, por abusar de ellas demagógicamente. Cada uno tiene razones para sentirse abandonado, amenazado, y para sospechar que el otro -cualquier otro- recibe ventajas indebidas. Lejos de interpretar esto en clave de patología personal, François Dubet aspira a comprender el papel de las desigualdades sociales en el despliegue de esas pasiones tristes. Si antes las grandes diferencias de clase nos permitían pensar nuestro lugar en el mundo (patrones y obreros, empresarios y trabajadores) y sostener luchas políticas o sindicales que suponían dirimir conflictos y negociaciones, hoy las desigualdades se diversifican y se individualizan, transformando profundamente la experiencia que tenemos de ellas y desdibujando los adversarios y las verdaderas causas de los problemas. No duele tanto el 1% de hiperricos -una minoría de privilegiados con quienes no interactuamos- sino las múltiples diferencias cotidianas que se expresan en acceso a consumos culturales y esparcimiento, a determinados colegios, barrios, vivienda, empleo, prestaciones de salud o subsidios. Sin embargo, no se trata de impugnar la indignación sino de ver cómo puede encauzarse colectivamente para que no termine alimentando salidas autoritarias. Contra el microclima de linchamiento y violencia, y profundizando una línea sostenida de intervención en la discusión pública, Dubet nos alerta sabiamente sobre la necesidad imperiosa de relanzar la oferta política progresista para transformar la ira en estrategias de cambio social.
François Dubet. Sociólogo francés nacido en 1946, es director de la Ècole des Hautes Études en Sciences Sociales de París y enseña Sociología en la Universidad de Burdeos II. Heredero de la sociología de Alain Touraine, es uno de los referentes en el campo de la sociología de la educación. Sus investigaciones se centran en la marginalidad juvenil, las desigualdades sociales, la inmigración y el carácter inclusivo o excluyente de las instituciones escolares. Defensor de una escuela inclusiva, dirigió la elaboración del informe Le Collège de I’an 2000. Entre sus libros, cabe mencionar L‘École des chances (2004), Injustices (2006) y Le Travail des sociétés (2009). Publicados por Siglo XXI Editores, Repensar la justicia social (2011), ¿Para qué sirve realmente un sociólogo? (2012) y ¿Por qué preferimos la desigualdad? (aunque digamos lo contrario).
La época de las pasiones tristes
$13.800
Autor: Dubet, François
Editorial: Siglo XXI
Páginas: 128
Dimensiones: 14 x 21 cm
Siglo XXI
2020
Sin existencias
Descripción
Vivimos en un tiempo de pasiones tristes. Emociones como la ira, la indignación y el resentimiento atraviesan las redes sociales y la opinión de los panelistas televisivos. Ese enojo toma la forma de la denuncia o la catarsis por un orden que se siente injusto, y suele encarnizarse con los que reciben asistencia del Estado (¡todos inútiles!) pero también con los políticos y las élites (¡todos corruptos!). Acá y allá, un lenguaje paranoico acusa a los pobres, los inmigrantes y los desempleados por no esforzarse lo suficiente, a las finanzas por hacer negocios a costa de las economías nacionales y a estas por no abrirse a la globalización, a los gobiernos por desmantelar las políticas sociales o, al contrario, por abusar de ellas demagógicamente. Cada uno tiene razones para sentirse abandonado, amenazado, y para sospechar que el otro -cualquier otro- recibe ventajas indebidas. Lejos de interpretar esto en clave de patología personal, François Dubet aspira a comprender el papel de las desigualdades sociales en el despliegue de esas pasiones tristes. Si antes las grandes diferencias de clase nos permitían pensar nuestro lugar en el mundo (patrones y obreros, empresarios y trabajadores) y sostener luchas políticas o sindicales que suponían dirimir conflictos y negociaciones, hoy las desigualdades se diversifican y se individualizan, transformando profundamente la experiencia que tenemos de ellas y desdibujando los adversarios y las verdaderas causas de los problemas. No duele tanto el 1% de hiperricos -una minoría de privilegiados con quienes no interactuamos- sino las múltiples diferencias cotidianas que se expresan en acceso a consumos culturales y esparcimiento, a determinados colegios, barrios, vivienda, empleo, prestaciones de salud o subsidios. Sin embargo, no se trata de impugnar la indignación sino de ver cómo puede encauzarse colectivamente para que no termine alimentando salidas autoritarias. Contra el microclima de linchamiento y violencia, y profundizando una línea sostenida de intervención en la discusión pública, Dubet nos alerta sabiamente sobre la necesidad imperiosa de relanzar la oferta política progresista para transformar la ira en estrategias de cambio social.
François Dubet. Sociólogo francés nacido en 1946, es director de la Ècole des Hautes Études en Sciences Sociales de París y enseña Sociología en la Universidad de Burdeos II. Heredero de la sociología de Alain Touraine, es uno de los referentes en el campo de la sociología de la educación. Sus investigaciones se centran en la marginalidad juvenil, las desigualdades sociales, la inmigración y el carácter inclusivo o excluyente de las instituciones escolares. Defensor de una escuela inclusiva, dirigió la elaboración del informe Le Collège de I’an 2000. Entre sus libros, cabe mencionar L‘École des chances (2004), Injustices (2006) y Le Travail des sociétés (2009). Publicados por Siglo XXI Editores, Repensar la justicia social (2011), ¿Para qué sirve realmente un sociólogo? (2012) y ¿Por qué preferimos la desigualdad? (aunque digamos lo contrario).
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