Una cama, una mesa, una silla, un piano roto, un ejemplar de Las flores del mal, y más de cuatro mil papelitos dispersos con ideas y ocurrentes apuntes armaban la escena que se encontró en la habitación de Erik Satie al momento de su muerte en 1925. Suerte de reconstrucción literaria de su existencia –y quizá del contenido de esas anotaciones fragmentarias–, María Negroni se apodera en este libro de la voz de uno de los músicos y artistas más originales y aún vigentes del siglo XX. Ni biografía, ni ensayo, ni poema, ni documento: objeto. Este volumen encuentra su propia forma a partir del montaje de textos e imágenes, partituras intervenidas, mapas y grafismos que, lejos de completar la figura de Satie, la diseminan para confirmar cómo se sigue escabullendo. Lo que permanece es el humor irónico y estimulante del eximio pianista de la belle époque, una imaginación fuera de lo común y su particular modo de relacionarse con sus contemporáneos. Picasso, Cocteau y Diaghilev –con quienes montó el extravagante y criticado ballet Parade–, pero también Man Ray, Duchamp y Picabia entran y salen de este libro, e incluso John Cage, quien sin conocerlo fue tal vez el que mejor interpretó su legado para la posteridad (“La cuestión no es la relevancia de Satie. Él es indispensable”, dijo). Entre el templo y los cabarets, entre la elegancia del frac y la desfachatez, Erik Satie no fue un músico más: fue un esteta. Y esa suerte de pulsión artística determinaba su experiencia. Por eso no sorprende que hasta las esquelas a su amante Biquí (seudónimo de la pintora Suzanne Valadon) sean piezas tan creativas y desbordantes. O que queramos volvernos testigos involuntarios de sus rutinas cotidianas y sus recorridos embriagados por París. María Negroni –como ya lo hizo en Elegía Joseph Cornell– consigue aquí lo que muchos intentaron: acceder sensiblemente a la interioridad del artista y ponerlo a dialogar activamente con nosotros a pesar de las distancias.
María Negroni. Nacida en Rosario en 1951 es escritora, poeta, ensayista, profesora y traductora. Doctorada en Literatura Latinoamericana en Columbia University, vivió durante muchos años en Nueva York, dedicándose a la actividad académica y a la escritura. En 1994 recibió la Beca Guggenheim en poesía. Ha sido traducida al inglés, francés, italiano y sueco. Ha publicado ensayos como Museo negro, Galería fantástica y Ciudad gótica y novelas como El sueño de Úrsula y La anunciación, además de varios volúmenes de poesía. En 1997 ganó el Premio Nacional del Libro Argentino por El viaje de la noche, en 2002, el PEN Award al mejor libro de poesía en traducción por Islandiay recientemente recibió el Premio Konex en Poesía. En la actualidad, dirige la Maestría en Escritura Creativa de la UNTREF.
Objeto Satie
$15.100
Autor: Negroni, María
Editorial: Caja Negra
Páginas: 104
Dimensiones: 13 x 20 cm
Caja Negra
2018
Sin existencias
Descripción
Una cama, una mesa, una silla, un piano roto, un ejemplar de Las flores del mal, y más de cuatro mil papelitos dispersos con ideas y ocurrentes apuntes armaban la escena que se encontró en la habitación de Erik Satie al momento de su muerte en 1925. Suerte de reconstrucción literaria de su existencia –y quizá del contenido de esas anotaciones fragmentarias–, María Negroni se apodera en este libro de la voz de uno de los músicos y artistas más originales y aún vigentes del siglo XX.
Ni biografía, ni ensayo, ni poema, ni documento: objeto. Este volumen encuentra su propia forma a partir del montaje de textos e imágenes, partituras intervenidas, mapas y grafismos que, lejos de completar la figura de Satie, la diseminan para confirmar cómo se sigue escabullendo. Lo que permanece es el humor irónico y estimulante del eximio pianista de la belle époque, una imaginación fuera de lo común y su particular modo de relacionarse con sus contemporáneos. Picasso, Cocteau y Diaghilev –con quienes montó el extravagante y criticado ballet Parade–, pero también Man Ray, Duchamp y Picabia entran y salen de este libro, e incluso John Cage, quien sin conocerlo fue tal vez el que mejor interpretó su legado para la posteridad (“La cuestión no es la relevancia de Satie. Él es indispensable”, dijo).
Entre el templo y los cabarets, entre la elegancia del frac y la desfachatez, Erik Satie no fue un músico más: fue un esteta. Y esa suerte de pulsión artística determinaba su experiencia. Por eso no sorprende que hasta las esquelas a su amante Biquí (seudónimo de la pintora Suzanne Valadon) sean piezas tan creativas y desbordantes. O que queramos volvernos testigos involuntarios de sus rutinas cotidianas y sus recorridos embriagados por París.
María Negroni –como ya lo hizo en Elegía Joseph Cornell– consigue aquí lo que muchos intentaron: acceder sensiblemente a la interioridad del artista y ponerlo a dialogar activamente con nosotros a pesar de las distancias.
María Negroni. Nacida en Rosario en 1951 es escritora, poeta, ensayista, profesora y traductora. Doctorada en Literatura Latinoamericana en Columbia University, vivió durante muchos años en Nueva York, dedicándose a la actividad académica y a la escritura. En 1994 recibió la Beca Guggenheim en poesía. Ha sido traducida al inglés, francés, italiano y sueco. Ha publicado ensayos como Museo negro, Galería fantástica y Ciudad gótica y novelas como El sueño de Úrsula y La anunciación, además de varios volúmenes de poesía. En 1997 ganó el Premio Nacional del Libro Argentino por El viaje de la noche, en 2002, el PEN Award al mejor libro de poesía en traducción por Islandiay recientemente recibió el Premio Konex en Poesía. En la actualidad, dirige la Maestría en Escritura Creativa de la UNTREF.
Productos relacionados
Los Tres, la última canción. Rock & roll y jazz guachaca (1987-2000)
Land, Vera, Symns, EnriqueGourmet Musical
2024
$17.000 Añadir al carrito
Del lunes en un año
Cage, JohnAlias
2018
$19.000 Añadir al carrito
In the Aeroplane Over the Sea
Cooper, KimClubdefans
2024
$15.000 Añadir al carrito
Incierto y sinuoso. Una autobiografía
Melero, Daniel, Vespa, MarianoCaja Negra
2024
$23.800 Añadir al carrito